No tengo tiempo
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Cuantas veces hemos dicho y hemos oido esta frase: “no tengo tiempo”. Si nos paramos a pensar por un segundo sobre la frase rápidamente nos damos cuenta que es imposible no tener el tiempo. En mi opinión el tiempo es un regalo que recibimos al nacer y ninguno de nosotros podemos saber con exactitud cuando va a acabarse, así pues este es nuestro tiempo. Eso si todos sabemos que el tiempo es totalmente lineal y que cuando un espacio de tiempo ha pasado no hay forma de recuperarlo. O sea, que no hay forma de volver atrás en el tiempo.
Sabiendo esto lo único que podemos hacer es decidir en que invertimos nuestro tiempo. Quizá lo que queremos decir al decir “no tengo tiempo” podría ser algo así: “de todas las opciones que me ofrece la vida decido priorizar e invertir mi tiempo en estos temas”. No estoy sugiriendo que cambiemos esta famosa frase, ni mucho menos. Pero si que es importante saber que queremos decir exactamente cuando decimos: “no tengo tiempo”.
Tener claro lo que queremos decir es fundamental, bajo mi punto de vista, porqué el hecho de conocer la estructura profunda que se oculta debajo de esta frase nos permite tomar el control sobre estas opciones de las que hablaba antes. Es decir, si no estamos satisfechos con el contenido que ponemos dentro del tiempo que nos han regalado sólo depende de nosotros cambiarlo. Y si la próxima vez que pensemos “no tengo tiempo”, nos planteamos cuales són las opciones que he escogido en mi vida que me impiden disponer de tiempo para esta nueva opción a la que estoy renunciando, o que estoy posponiendo. Después de este planteamiento quizá nos podamos plantear si nuestro orden de prioridades nos satisface.
No perdamos de vista una cosa, nuestro tiempo es limitado y lo único que podemos escoger es que ponemos dentro del tiempo que nos han regalado. Por lo tanto, debemos saber priorizar constantemente. Es evidente que no es una tarea sencilla y que se ve influida por muchos factores. Algunos factores podrían ser la motivación, la energía vital, la salut, el entorno o muchísimos otros. En mi experiencia una cosa es evidente invertir en formarme constantemente me ha ayudado y me ayuda a saber tomar estas decisiones de priorización y sentirme en paz conmigo.
Podría alargar mucho esta reflexión pero llegados a este punto en mi opinión ya he abierto un espacio de mejora personal, un espacio que sólo nosotros mismos podemos decidir que vamos a hacer con él. Dicho de otra forma nada de lo que leamos o nos cuenten va a cambiar el contenido del tiempo que tiene nuestra vida, sólo como prioricemos las opciones que se nos presentan hará que cuando sigamos repitiendo “no tengo tiempo” lo podamos hacer con una sonrisa, por poder estar orgullosos de las opciones que tienen más prioridad que las que estamos desechando o posponiendo.